Reflexiones moribundas




Siempre me cayeron "simpáticos" los relatos y series de zombies, sobre todo por sus movimientos. 
Hay zombies que parecen atletas de triatlón, hay otros que no pueden empujar una puerta, y otros que son verdaderos contorsionistas de circo. 
No se de que dependerá.
Debe ser por eso que la otra noche no pude evitar ver  una producción "documental" de cuarenta minutos  solo para enseñarles a caminar, correr y moverse para una conocida serie en cuestión.
Y mientras las técnicas de arrastrar las piernas rotas resonaban en el tele del living comenzaron las preguntas. Siempre me hice preguntas sin discriminar cuán estúpidas pudieran ser, de hecho las preguntas estúpidas son las mas fáciles de hacer.
Pero en medio de tanta pregunta resbalosa cayó una que me tocó el alma. 
Si. Precisamente esa.
¡¿Y el alma de esta pobre gente?!  
¿Todos los zombies van al cielo?
¿Ser zombie le ahorra el purgatorio a los creyentes?
Los agnósticos y ateos me la complicaron un poco, aunque su postura no implica inexistencia del alma, lo mismo hay que tenerlas en cuenta, mínima cuestión de equidad.

Mientras muchas de estas preguntas se resuelven a mis espaldas, ellos están en el pasillo de la muerte indefinidamente en una especie de paradoja que solo  termina cuando termine su materia orgánica o alguien le ponga fin a sus sesos! 
¡Dead Man Walking! se escucha una voz lúgubre y engullida en si misma que suena en mi cabeza junto a una especie de escalofríos en mis brazos.
Ahora cuando veo alguna serie de zombies mi empatía es distinta... 
Pobre gente! piensa Lucas, por él y por los zombies.

Comentarios

  1. Esta bueno!!! Ser zombie le ahorra el purgatorio a los creyentes!!! Exelente visión !!

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